Cada vez que abro la ventana de escritura de este blog espero escribir lo más bonito que jamás escribiré. Lo más profundo, lo más revelador. Sin embargo, nunca cumplo mis expectativas, siempre me quedo corta. Siento que no soy capaz de hacer encajar las palabras de tal manera que expresen exactamente lo que quiero decir, a la vez que emanen belleza. Imposible. Veo que no puedo. Pero como siempre, haré un nimio intento de escribir lo mejor de mi vida. Porque algún día lo haré, aunque no sé respecto a qué, a propósito de quién...
Últimamente me he sumido en un pozo sin inspiración. No sé que ha pasado, supongo que son gajes del arte en sí. Nunca se puede tener inspiración, no siempre es el momento adecuado. Sin embargo, mis textos suelen ir una y otra vez al mismo tema, a la misma persona. Recurrentes una y otra vez. ¿No es triste acaso, tener tan sólo una fuente de inspiración? A mi me parece que sí. Me parece que todas las experiencias del día deberían inspirarme. La gente con la que me cruzo en el tren, el viento sobre mi cara mientras voy a la estación escuchando una buena canción. Los sentimientos de inquietud ante verle otra vez. El deseo de una rutina diferente. La intriga de si llegaré a coger a tiempo el bus. Cualquier cosa que no sea lo mismo.
Me fijo en mi vida y pienso que estoy focalizando demasiado, que quizás debería dedicarme a otras cosas. De hecho, a veces lo hago. Pero me siento culpable, siento que debería estar haciendo "otra cosa". Pero vamos a ver, ¿cuándo voy a dejar de tener que hacer otra cosa? Siempre va a haber algo más importante que hacer. Ergo, focalizo de nuevo. Y ya si nos alejamos de las obligaciones y pasamos a lo personal, también tiendo a "rumiar" el mismo pensamiento o los mismos momentos una y otra vez. Analítica, como ya me han dicho varias veces, demasiado. Yo presumía de una vida de "Carpe Diem". Ahora se ha quedado en un intento de. Porque tantas veces me he dado contra la pared que ando con pies de plomo. Tantas veces me he dejado llevar que ya no sé si merecerá la pena. Seguramente merezca la pena, no siempre, pero si no se intenta no se sabrá. El caso es diferenciar cuando hay que intentarlo y cuando es mejor dejarlo pasar. Porque una no es de acero. Una se puede desgajar en mil pedazos, trizas de lo que un día fui.
Hoy, tengo una oportunidad de volver a ser quien fui. De expresarlo todo sin tapujos. Sin embargo mi yo amagada me dice que me esté quieta, a ver si voy a hacer que se escape. A ver si no voy a decir lo adecuado en el momento justo. El ser políticamente correcto me aburre, ¿por qué está bien visto reprimir emociones? No lo entiendo, ni lo entenderé.
"So what do you say? You can't give me the dreams that are mine anyway..."
...los geniales Gallagher, por supuesto.
Últimamente me he sumido en un pozo sin inspiración. No sé que ha pasado, supongo que son gajes del arte en sí. Nunca se puede tener inspiración, no siempre es el momento adecuado. Sin embargo, mis textos suelen ir una y otra vez al mismo tema, a la misma persona. Recurrentes una y otra vez. ¿No es triste acaso, tener tan sólo una fuente de inspiración? A mi me parece que sí. Me parece que todas las experiencias del día deberían inspirarme. La gente con la que me cruzo en el tren, el viento sobre mi cara mientras voy a la estación escuchando una buena canción. Los sentimientos de inquietud ante verle otra vez. El deseo de una rutina diferente. La intriga de si llegaré a coger a tiempo el bus. Cualquier cosa que no sea lo mismo.
Me fijo en mi vida y pienso que estoy focalizando demasiado, que quizás debería dedicarme a otras cosas. De hecho, a veces lo hago. Pero me siento culpable, siento que debería estar haciendo "otra cosa". Pero vamos a ver, ¿cuándo voy a dejar de tener que hacer otra cosa? Siempre va a haber algo más importante que hacer. Ergo, focalizo de nuevo. Y ya si nos alejamos de las obligaciones y pasamos a lo personal, también tiendo a "rumiar" el mismo pensamiento o los mismos momentos una y otra vez. Analítica, como ya me han dicho varias veces, demasiado. Yo presumía de una vida de "Carpe Diem". Ahora se ha quedado en un intento de. Porque tantas veces me he dado contra la pared que ando con pies de plomo. Tantas veces me he dejado llevar que ya no sé si merecerá la pena. Seguramente merezca la pena, no siempre, pero si no se intenta no se sabrá. El caso es diferenciar cuando hay que intentarlo y cuando es mejor dejarlo pasar. Porque una no es de acero. Una se puede desgajar en mil pedazos, trizas de lo que un día fui.
Hoy, tengo una oportunidad de volver a ser quien fui. De expresarlo todo sin tapujos. Sin embargo mi yo amagada me dice que me esté quieta, a ver si voy a hacer que se escape. A ver si no voy a decir lo adecuado en el momento justo. El ser políticamente correcto me aburre, ¿por qué está bien visto reprimir emociones? No lo entiendo, ni lo entenderé.
"So what do you say? You can't give me the dreams that are mine anyway..."
...los geniales Gallagher, por supuesto.
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