martes, 1 de octubre de 2013

I wonder.





Por fin, lo tengo muy fácil. Lo puedo casi tocar. Todo depende de mí, esta vez ya no es cosa de las circunstancias porque éstas, están a mi favor. La pregunta es ¿por qué no me lanzo de cabeza? Hace un mes lo habría hecho. No sé si es porque estoy experimentando un momento de lucidez o porque si realmente, a pesar de que otras veces lo haya pensado ya, esté pasando página. 
Por más que lo pienso no veo una opción correcta, creo que me arrepentiré tanto si lo hago como si no lo hago. Lo que si que tengo claro es que es una cicatriz que lleva demasiado tiempo abierta y que ya va siendo hora de suturar. 
¿Me he cansado de esperar? Creo que sí. Me he cansado de esperar sentada imaginando cómo será y esperando a que todo tenga un final feliz. Las cosas no son así por inercia. Tenemos que levantarnos y torcer el destino a nuestra voluntad, porque sino acabamos muertos por dentro.
Supongo que con lo que tengo que lidiar ahora es con la idea de que nunca sabré cómo sería de verdad, pero a cambio salvaré mi alma, o al menos ésta no se volverá a preguntar por esta mierda de herida que me gangrena el estado de ánimo una vez por semana.
Puede ser que, al haber cambiado completamente de ambiente me haya dado cuenta de que lo que consideraba enorme era algo muy pequeño y que todo es relativo. Que depende de los ojos con que se mire y que conocer a gente nueva te da una perspectiva estupenda. Algo que sin embargo sé que no cambiará nunca será el hecho de que siempre lo recordaré. Por muchos años que pasen ha sido algo demasiado intenso y muy muy real. Que aunque pasen los años y parezca una ensoñación siempre me quedaré con esa historia que cambió mi forma de ser. Aunque me deje preguntándome ¿Y si...? creo que esta vez, a pesar de la incógnita conseguiré ser feliz. 

Sed felices vosotros también.

Lalalie.


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