Acuño palabras que nunca inventé, para describir algo que jamás sucedió. Una historia que incumbe al hombre contemporáneo, que tan perdido se siente, que tanto le cuesta ajustarse al reloj de la rutina. El metrónomo, impasible, siempre marcha al mísmo tiempo, los segundos, yunques.
Como fantasmas avanzamos en un mundo que se mueve al son del viento, caprichoso como siempre, llevando aire a quien más lo necesita, dándo sensación de libertad.
Dejame bailar contigo al son del viento, dejame ser quien robe tu tiempo, quien haga de esos yunques plumas que acaricien tu piel y terminar fundiéndonos con el infinito.
No será hoy, quizás nunca, cuando todo esto sea realidad, pero con soñarlo me vale, con crear castillos en el aire que, probablemente se alejen, como no, con un soplo de viento.
Ignoro si lo publiqué o no, pero estaba echando un ojo a cosas que escribí hace tiempo y este fragmento me gustó especialmente.
Feliz Semana Santa.
Lalalie
Como fantasmas avanzamos en un mundo que se mueve al son del viento, caprichoso como siempre, llevando aire a quien más lo necesita, dándo sensación de libertad.
Dejame bailar contigo al son del viento, dejame ser quien robe tu tiempo, quien haga de esos yunques plumas que acaricien tu piel y terminar fundiéndonos con el infinito.
No será hoy, quizás nunca, cuando todo esto sea realidad, pero con soñarlo me vale, con crear castillos en el aire que, probablemente se alejen, como no, con un soplo de viento.
Ignoro si lo publiqué o no, pero estaba echando un ojo a cosas que escribí hace tiempo y este fragmento me gustó especialmente.
Feliz Semana Santa.
Lalalie
No hay comentarios:
Publicar un comentario