sábado, 18 de septiembre de 2010

Y después de todo...

Nunca he tenido que disculparme por intentar ser feliz, no sé cómo se hace. Que yo sea feliz no quiere decir que no me preocupe por determinados aspectos de mi vida. Que sea feliz, amigo, no significa que haya dejado de quererte, signficia que ya no "me dueles". Lo que sí me duele es que me mires instigadoramente cuando sonrío o cuando bailo. Que amenaces con lanzarme otra granada para evitar que siga adelante. Porque si tu no eres feliz, yo tampoco lo seré. Pero si tu no intentas ser feliz no puedo retrasarme por tí. No, porque supone un desgaste que ahora mismo no me puedo permitir. No, porque ahora mismo mi vida sigue rodando y ojalá fuese contigo, pero tu te empeñas en que no sea así. Que no se te olvide, yo nunca he dejado de quererte, ni lo haré, porque has sido demasiado importante para mí. He aprendido mucho a tu lado sobre cosas que nunca pensé que existirían. Tú me las has mostrado, y te estaré eternamente agradecida por ello, y es por esto por lo que mi empeño puede llegar a resultar cansino, porque no quiero dejarte atrás, porque quiero poder llamarte amigo. Ojalá seamos capaces, ojalá aceptes coger mi mano , porque tengo la certeza de que tengo fuerza de sobra para levantarte del suelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario