Amén.
Aunque hay que saber que existe un matiz, y es que la tentación, una vez satisfecha lo último que te brinda es felicidad. O al menos, en este contexto. Porque todos nos sentimos culpables, cuando buscamos excusas absurdas para justificarnos es, precisamente, porque nos sentimos culpables. Una película muy recomendable.
Sed felices.
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