Es muy difícil comprenderme. Lo sé porque hasta a mí me cuesta. Aunque a veces predecible, la mayoría del tiempo hago cosas que no sé ni por qué hago. Sé que están avocadas al desastre, y sin embargo, las hago. Mantengo relaciones que no son sanas, mantengo relaciones que no van a ningún sitio... a corta y larga distancia. El caso es complicarse. Porque una vida simple es algo que nunca he tenido, y tampoco sé si algo que quiero. Aún así preferiría algo menos de complicación de vez en cuando, sin quitar los retos, pero sin nada retorcido ni aparentemente imposible.
Y ahora que se acerca la Navidad y con ella un montón de cosas buenas (familia, chocolate, jamón serrano, queso, vino y demás vicios que nos hacen engordar) y una muy mala: agobio. Como le dije ayer a un amigo mío, en cuanto empiezo la universidad en mi vida un sentimiento predominante es el "sentimiento de culpabilidad" de pensar que, cuando no estoy estudiando, debería estar estudiando. Aún así no permito que domine mis actos, porque sino mi vida se convertiría en algo insulso y más aún, sin estar rodeada de gente, dejaría de hacer cosas que me gustan y sinceramente, me niego. Ojalá alguien que yo conozco fuese capaz de disfrutar un poco de la vida y no sólo de sus elevadísimas notas...
Y ahora que se acerca la Navidad y con ella un montón de cosas buenas (familia, chocolate, jamón serrano, queso, vino y demás vicios que nos hacen engordar) y una muy mala: agobio. Como le dije ayer a un amigo mío, en cuanto empiezo la universidad en mi vida un sentimiento predominante es el "sentimiento de culpabilidad" de pensar que, cuando no estoy estudiando, debería estar estudiando. Aún así no permito que domine mis actos, porque sino mi vida se convertiría en algo insulso y más aún, sin estar rodeada de gente, dejaría de hacer cosas que me gustan y sinceramente, me niego. Ojalá alguien que yo conozco fuese capaz de disfrutar un poco de la vida y no sólo de sus elevadísimas notas...
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