La vida, tal y como la concibo no es más que un insignificante instante en comparación con la eternidad que caracteriza el universo. Y yo, dentro de la vida, soy menos que eso aunque sí más que algo, pero aún así, ínfima. Esta entrada viene a propósito de la que he publicado horas antes, puesto que me ha dejado pensativa. Despertarte cada mañana, sin creer en algo más aparte de la ciencia y el ser humano es agotador y desalentador. Sin embargo, un amigo muy sabio me dijo una vez "It doesn't matter what the meaning of life is, you are alive so fuck all that God bullshit".
Aún siendo un buen consejo, se hace complicado, cuando no estás donde quieres estar, cuando te sientes atascado en lo mismo de siempre. Tengo la sensación de que todavía mi vida no ha acabado de arrancar. No es que sea una persona infeliz, sin embargo siento que me ahogo cada día un poquito más. No es ni por la rutina ni por el día día, es por el donde y el como.
Estoy impaciente por salir de aquí, envalentonarme a vivir mi propia vida. Pero todavía no puedo, no por falta de ganas, sino por falta de medios. Además, ya no voy a volver a viajar hasta dentro de unos cuantos meses, lo cual me hace un poquito más duro la convivencia.
Qué malo es estar enferma y no poder salir de casa en 3 días. Se me caen las paredes encima. Vueltas y vueltas a todos los temas. ARG.
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