domingo, 1 de enero de 2012

Adios 2011

Parece que fue ayer la última vez que empecé una entrada del blog diciendo “y una vez más me veo despidiendo el año” y lo siento, pero me voy a reiterar, aquí estoy un año más.

Este ha sido uno de los años más interesantes de mi vida… para cuando escriban mi biografía, si alguien la llegase a escribir. Ha sido un año plagado de complicaciones pero también de lecciones que me han servido para madurar un poquitín más.

Me he visto envuelta en situaciones en las que nunca me creí posible entrar, he vivido experiencias que nunca pensé que viviría. Mi conclusión de este año es muy simple “No voy a dejar de hacer algo que me apetezca hacer porque nadie me acompañe”. Es tan simple como que no pasa nada, allá donde vayamos habrá gente dispuesta a conocernos y a ayudarnos con lo que necesitemos. Porque la humanidad en su mayoría, es maja. Sí, lo que abunda son buenas personas, lo malo es que son las malas las que llaman la atención.

Me he dado cuenta de que me voy a perder muchas, muchísimas cosas si no empiezo a mover el culo por mí misma sin importar si me acompañan o no. He sido muy dependiente de la compañía hasta hace bien poco. Mi consejo para vosotros es que intentéis hacer cosas por vosotros mismos, sin contar con nadie. Os encontraréis capaces de muchas cosas de las que pensabais que no erais capaces (y no penséis mal, por favor). Pero esque también conoceréis gente increíble que de otra manera no conoceríais.

Voy a contar una anécdota de mi penúltimo viaje a Liverpool, cuando estuve el pasado mes de Julio. Uno de mis planes era ir a ver el sábado a una banda tributo de los Beatles en “The Cavern” por lo que me compré la entrada por internet.

Cuando llegué a Liverpool conocí a un grupo de madrileños que ese sábado fueron a The Cavern conmigo, pero ellos no querían ver la banda tributo y preferían ir a tomarse unas copas. Yo me pensé el no ir para no estar sola, pero finalmente decidí que tenía muchas ganas y que si me volvía de Liverpool sin ver a una banda tributo en el sitio “donde todo empezó” me iba a arrepentir. Total, que allá que fui, entré y me senté en una mesa con una pareja porque les sobraba una silla (sí, una ventaja de ir sola, de ir con alguien me habría tenido que quedar de pie todo el show). Total, que me senté con ellos. Una pareja encantadora, del norte de Inglaterra. Nos pusimos a hablar mientras salía el grupo, y él se levantó a por una cerveza para él y su novia, pero volvió con 3 cervezas, pues había cogido otra para mi. Intenté pagarle pero no me dejó. A cambio me dijo que le tenía que contar por qué estaba sola en Liverpool. Le conté por qué y que básicamente me había encontrado en una situación en la que la persona a la que iba a visitar no estaba allí, por lo que decidí utilizar mis billetes igual y alojarme en un hostal. Él me dijo que le parecía algo muy valiente y que es algo que el debería haber hecho también alguna vez en su vida y que me envidiaba por haberlo hecho. Fue uno de los highlights del 2011, sinceramente.

En general tengo que agradecerle a Inglaterra ser el gran país que es y tener a la gente tan increíble que tiene. Sé que no hablo desde la objetividad, puesto que yo misma soy medio inglesa. Sin embargo nunca me ha tratado mal y siempre que he ido he recaudado recuerdos que jamás en la vida olvidaré. Por eso: Thank you very much to you all.

Y para vosotros, que me leéis, feliz año .


Sed felices :)

martes, 27 de diciembre de 2011

Acabar sola


Últimamente le he estado dando vueltas a un asunto. Nada diferente a lo que suelo tratar aquí pero con un distinto punto de vista. Nadie quiere acabar solo, o al menos es la sensación que me da. Y no, yo tampoco quiero acabar sola. Sin embargo, para ello hay que tener una relación, cultivarla durante una serie de años que yo no sé si todavía estoy dispuesta a sacrificar. Soy joven, tengo mil cosas que hacer. El caso es que no sé si por "no perderme posibles cosas" me estoy perdiendo lo que de verdad importa. No lo sé. Como todas las navidades tengo mucho tiempo libre para pensar. Y como soy una persona que piensa y piensa hasta que le duele la cabeza o entra en un estado retroalimentado de angustia pues eso, divago.
A veces me gustaría tener un botoncito de ON/OFF para poder apagar mi mente un rato. Por aquello de que es torturarse a uno mismo sin motio. Esa canción que nos recuerda a esa persona, "botón OFF" y la nostalgia se va. Ese olor que nos recuerda a ese momento... OFF y se acabó. Una vida con la mínima autoproducción de daño. Quizás sería insulsa pero al menos no dolería tanto.
A pesar de todo, las cosas van mejorando. Estoy mejor, lo siento. Tengo viajes planeados, tengo cosas que hacer y tengo algún que otro objetivo a largo plazo que espero que cuaje.

Un abrazo a todos,

Sed felices.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Música

Porque sí, hoy me he levantado con ganas de compartir temazos. Sin introducciones ni explicaciones, disfrutadlos.

















A ser felices :)

viernes, 16 de diciembre de 2011

Y da comienzo la Navidad


Es muy difícil comprenderme. Lo sé porque hasta a mí me cuesta. Aunque a veces predecible, la mayoría del tiempo hago cosas que no sé ni por qué hago. Sé que están avocadas al desastre, y sin embargo, las hago. Mantengo relaciones que no son sanas, mantengo relaciones que no van a ningún sitio... a corta y larga distancia. El caso es complicarse. Porque una vida simple es algo que nunca he tenido, y tampoco sé si algo que quiero. Aún así preferiría algo menos de complicación de vez en cuando, sin quitar los retos, pero sin nada retorcido ni aparentemente imposible.
Y ahora que se acerca la Navidad y con ella un montón de cosas buenas (familia, chocolate, jamón serrano, queso, vino y demás vicios que nos hacen engordar) y una muy mala: agobio. Como le dije ayer a un amigo mío, en cuanto empiezo la universidad en mi vida un sentimiento predominante es el "sentimiento de culpabilidad" de pensar que, cuando no estoy estudiando, debería estar estudiando. Aún así no permito que domine mis actos, porque sino mi vida se convertiría en algo insulso y más aún, sin estar rodeada de gente, dejaría de hacer cosas que me gustan y sinceramente, me niego. Ojalá alguien que yo conozco fuese capaz de disfrutar un poco de la vida y no sólo de sus elevadísimas notas...


jueves, 1 de diciembre de 2011

Redención vs Superación según la RAE


Redención es una palabra que escuché ayer por enésima vez. Sin embargo, si que me pregunté qué es lo que realmente significaba. Según la RAE: "Acción y efecto de redimir", siendo redimir: "Poner término a algún vejamen, dolor, penuria u otra adversidad o molestia".
Esto me recuerda a Superación: "Acción y efecto de superar", siendo Superar: "Vencer obstáculos o dificultades".
Si comparamos los significados son esencialmente distintos. Uno hace referencia a poner fin a algo que nos está haciendo mal, el otro implica simplemente salir del paso. Al ser distintos, los dos son necesarios en el proceso de mitigación y eliminación de un problema, entendiendo por problema una situación que nos cause malestar de cualquier tipo y concretando, en el ámbito sentimental/emocional.
Analizando estos dos conceptos me doy cuenta de que muchas, muchísimas veces, he enfocado mal la manera de solucionar mis problemas, porque o bien los superaba, o bien los redimía, pero no siempre las dos. Porque cuando un problema a pesar del tiempo sigue doliendo, es porque algo hemos hecho mal. En efecto, todos lo hacemos mal. Porque sino, ¿por qué existe la expresión "Deja huella"? cuando, si algo es superado y redimido a la vez, no debería dejar "huella" sólo recuerdos.
Ahí otro problema, la incapacidad de evocar recuerdos sin evocar sentimientos. Porque precisamente lo que nos liga a esos recuerdos son las sensaciones que nos transmitieron, incluidos los sentimientos. Por eso cuando recordamos algo gracioso nos reímos, por eso cuando recordamos algo triste lloramos. Nuestro cerebro está cruelmente mal diseñado para que siempre que recordemos algo lo volvamos a sentir, a veces incluso más intensamente que la situación original, probablemente por nuestra capacidad de exacerbar.
Sin embargo, mi pretensión no es mandar un mensaje pesimista hacia la mecánica neuronal de nuestras cabezotas, es analizar cómo somos. Lo encuentro fascinante y a la vez, cruel. Pero por supuesto que también es bueno, porque nos permite recordar las cosas buenas y los momentos de felicidad. Aún con eso, yo los momentos de felicidad los recuerdo con nostalgia cuya definición es "Pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos" con lo cual se asocia algo feliz a la "pena". Y para colmo, los momentos malos los recuerdo, no sé por qué, con más intensidad. Quizás sea un propio mecanismo de defensa, para no revolver tanto entre los malos recuerdos y evitar así esas sensaciones.
Ahí dejo la reflexión, por si a alguien le hace pensar, por si otros quieren discrepar. El caso es opinar "Discurrir sobre las razones, probabilidades o conjeturas referentes a la verdad o certeza de algo".

http://vimeo.com/28418196