jueves, 10 de septiembre de 2009

Mis pequeños placeres

El olor de la tierra mojada, abrir la ventana por la mañana y ver tras ella un cielo azul sonriéndome, una buena película, una canción que me recuerde a alguien, un cuadro impresionista, un abrazo en el momento justo, el verde de los árboles en primavera, cenar en mi jardín en verano mientras se pone el sol, la luna llena, una estrella fugaz, el sushi, cantar a voz en grito en un concierto, escribir algo de lo que me sienta orgullosa, leer un libro que me enganche, un beso inesperado, las palomitas dulces, ver por primera vez cada año la playa de la Bota desde el coche llegando a El Portil, pasar una tarde entera riendo por tonterías, esquiar sobre nieve virgen, los vaqueros, aprender algo nuevo, hacer reír a alguien, la mayonesa de mi madre (y sus croquetas, y su tarta de queso… mmm), bailar hasta cansarme o cantar hasta quedarme afónica, rasguear las cuerdas de mi guitarra sentada en la cama, hacer collage, leer Glamour cada mes, escorar hasta el límite en un catamarán, mi cama calentita en invierno, las ofertas en películas del VIPS, las bibliotecas, tomarme una cerveza con Astrid, cocinar con mi hermana (con mayor o menor acierto), actuar en una obra de teatro, el helado de turrón, el azul clarito, el verde, el amarillo, el naranja, los perros, ver reírse a un niño pequeño, una caricia, jugar al Singstar, las camisetas de rayas, los paseos por la playa, mirar extasiada las nubes desde la ventanilla del avión y ver cómo todos se vuelven hormiguitas, dormir la siesta, los museos, soñar despierta…

Aletheia

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