Da igual lo alto que quieras volar, siempre lo harás demasiado bajo. Puedes alcanzar el Sol, pero te quemarás. Pones tus expectativas y tu ilusión en algo que sabes que, si falla, te destrozará. Pero aún así tocas el Sol y te quemas la mano, por aquello por lo que estás luchando. Saltas más alto cada vez, por mantenerte firme y no descender.
Luchar por aquello que se quiere es fundamental, pero cuando te caes te duele. Sientes que has perdido el tiempo. Sientes que podrías haberlo hecho mejor, a pesar de que creías que dabas lo mejor de tí. Empiezas a buscar lo que hiciste mal, escrutiñas todo lo que dijiste/hiciste/sentiste, las caras que pusiste... Se vuelve algo casi enfermizo.
Lo que deseabas es la razón de tu enfermedad, de tu dolor. Querías volar más alto, y sin darte cuenta te quedaste sin alas, te precipitaste contra el suelo. Sí, siempre podrías haber llegado más alto si...
El qué hubiera pasado si hubiésemos tomado otra decisión es algo que nos perseguirá el resto de nuestras vidas. Supongo que así aprendemos para la proxima vez pero... ¿y si no hubiese próxima vez? ¿y si te murieses mañana? Habrías desperdiciado tu última oportunidad de ser feliz.
Siempre que nos caemos esperamos que alguien venga a curarnos las heridas. Pero puede que algún día nos las tengamos que curar solos. Habrá un día en el que tengamos que salir adealnte sin que nadie nos de la mano, sin que nadie nos dedique una sonrisa.
El pesimismo de este texto es sin duda, abrumador, pero lo siento. Cuando has dedicado tanto esfuerzo a algo, has dejado a un lado tus prioridades y amistades, cuando simplemente has dado lo mejor de ti y no da resultado, la frustración es un sentimiento que se queda corto.
Es difícil seguir adelante cuando sabes que dando lo mejor de tí no lo puedes conseguir. Entonces piensas que quizás, no diste lo mejor de tí. Entonces vuelves a empezar, te vuelves a ilusionar. Das el 200%, pero otra vez caes, inevitablemente. Cada vez cuesta más levantarse, porque cada vez has dejado más de ti en aquello por lo que luchas.
Se hace muy complicado pensar que algo mejor llegará, cuando nunca ha pasado. Siempre es una ilusión de algo mejor, pero se torna igual o peor que lo anterior. Yo no voy a perder la esperanza, seguiré esperando algo mejor, pero sé que puede que no me llegue ni mañana, ni pasado. No sé cuando me va a llegar, pero tengo claro que cuando lo vea, cuando sepa que lo tengo delante, no lo voy a soltar.
Luchar por aquello que se quiere es fundamental, pero cuando te caes te duele. Sientes que has perdido el tiempo. Sientes que podrías haberlo hecho mejor, a pesar de que creías que dabas lo mejor de tí. Empiezas a buscar lo que hiciste mal, escrutiñas todo lo que dijiste/hiciste/sentiste, las caras que pusiste... Se vuelve algo casi enfermizo.
Lo que deseabas es la razón de tu enfermedad, de tu dolor. Querías volar más alto, y sin darte cuenta te quedaste sin alas, te precipitaste contra el suelo. Sí, siempre podrías haber llegado más alto si...
El qué hubiera pasado si hubiésemos tomado otra decisión es algo que nos perseguirá el resto de nuestras vidas. Supongo que así aprendemos para la proxima vez pero... ¿y si no hubiese próxima vez? ¿y si te murieses mañana? Habrías desperdiciado tu última oportunidad de ser feliz.
Siempre que nos caemos esperamos que alguien venga a curarnos las heridas. Pero puede que algún día nos las tengamos que curar solos. Habrá un día en el que tengamos que salir adealnte sin que nadie nos de la mano, sin que nadie nos dedique una sonrisa.
El pesimismo de este texto es sin duda, abrumador, pero lo siento. Cuando has dedicado tanto esfuerzo a algo, has dejado a un lado tus prioridades y amistades, cuando simplemente has dado lo mejor de ti y no da resultado, la frustración es un sentimiento que se queda corto.
Es difícil seguir adelante cuando sabes que dando lo mejor de tí no lo puedes conseguir. Entonces piensas que quizás, no diste lo mejor de tí. Entonces vuelves a empezar, te vuelves a ilusionar. Das el 200%, pero otra vez caes, inevitablemente. Cada vez cuesta más levantarse, porque cada vez has dejado más de ti en aquello por lo que luchas.
Se hace muy complicado pensar que algo mejor llegará, cuando nunca ha pasado. Siempre es una ilusión de algo mejor, pero se torna igual o peor que lo anterior. Yo no voy a perder la esperanza, seguiré esperando algo mejor, pero sé que puede que no me llegue ni mañana, ni pasado. No sé cuando me va a llegar, pero tengo claro que cuando lo vea, cuando sepa que lo tengo delante, no lo voy a soltar.
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