Rebobinar...

Rebobinar…

Siempre que llegamos al final de una historia no podemos evitar mirar hacia atrás. Eso es lo que me ha pasado a mí. Miras hacia atrás y recuerdas todas las cosas buenas y todos los ratos felices. También recuerdas las malas, aunque en mi caso eso es imposible porque no me ha pasado nada malo en esta historia. Sin embargo algo superior a mí y a mis fuerzas me atenaza con fuerza el corazón y no lo suelta. Apenas me deja respirar. Es el sentimiento de culpa. Por más que intento evitarlo no puedo dejar de preguntarme qué hice mal, qué dije, qué pasó. Y por eso quisiera rebobinar esta historia, como si de una película se tratase…
Quisiera volver a empezar. Cambiar todo aquello que pienso que hice mal. Volver al principio y cambiarlo todo hasta el final para que no se acabase nunca. Pero no puedo. Solo me queda el consuelo de que junto a esa persona viví momentos inolvidables que permanecerán por siempre en mi memoria. Ahora solo queda tratar de no mirar tanto hacia atrás e intentar mirar más hacia delante, hacia el futuro y no hacia el pasado. Solo tengo una palabra para ti: GRACIAS.

Aletheia