sábado, 26 de mayo de 2012

Una imagen que me ha dado mucho que pensar...

Siento no escribir más. Estoy de exámenes así que en vez de reflexionar yo, os invito a vosotros a reflexionar...

Sed felices.

lunes, 14 de mayo de 2012

Lo que está bien y lo que está mal


Inspirada por ficción en la mayoría de los casos, me he planteado la distinción entre el bien y el mal. Creo que es algo que damos por sentado, que cualquiera que no sea un psicópata es capaz de discernir entre ambas cosas. Sin embargo yo no lo tengo tan claro. Sí, sé que no he de hacer a los demás lo que no deseo que me hagan a mí pero, y ¿cuándo ellos me hacen algo a mí que no querrían que yo les hiciese a ellos? No creo que todo sea perdonable en esta vida. La absolución no es algo que se pueda dar a la ligera. Supongo que es un extremo, pero si matas a mi madre qué quieres que te diga, no te voy a absolver ni a perdonar, de hecho te voy a desear una vida agonizante y larga pudriéndote en la cárcel, porque matarte sería demasiado benévolo. Así de claro. Sé que suena muy hardcore decirlo, que no es bueno retener ese odio pero la vida funciona así. 
Enfocándome en temas más "domésticos" o cercanos, hay gente que a lo largo de mi vida me ha hecho daño, en concreto uno que me hizo mucho más daño que nadie. Intenté convencerme de que le podía perdonar, de que seríamos amigos, pero estaba claro que no. Me intentaba convencer de que había cambiado, para poder justificar ese perdón que quería darle, porque era lo que debía hacer. Sin embargo aquí me encuentro escribiendo sobre él (aunque prometí no volver a hacerlo, de hecho hasta hoy no lo he hecho) y despreciándole a cada momento porque todo lo que hizo lo hizo a conciencia.
¿Por qué no se puede despreciar y ya está? No creo que esté mal no perdonar a alguien si no se lo merece porque (y ojo aquí viene lo gordo): NO TODO EL MUNDO SE MERECE SER PERDONADO.
Es verdad que, como he dicho antes, no es sano estar lleno de odio, pero tampoco lo es fingir que has perdonado a alguien a quien en secreto odias. Es imposible, al menos para mí.
Para mí lo que está bien o lo que está mal, en teoría está claro. En la práctica aún más. Si me haces daño a mí o a alguien a quien quiera a propósito no me voy a quedar de brazos cruzados. Si una amiga o un familiar necesita que le ayude en algo aunque sea ilegal lo voy a hacer. Porque hay amigos que son familia y por la familia se hace todo (como siempre con límites). Pero es así. 
Pongo el ejemplo de mujeres desesperadas (espero no spoilear a nadie): imaginad que el padre de una amiga vuestra abusaba de ella de pequeña y aparece años mas tarde en su casa con intención de hacerle daño y su novio (que además es uno de tus amigos) le propicia un golpe en la cabeza con tan mala suerte que le mata. ¿Qué harías?¿Les ayudarías?

No voy a responder, voy a dejar que lo hagáis vosotros mismos. La teoría está clara... pero ¿y en la práctica?




Be happy.

martes, 8 de mayo de 2012

Optimismo en día de lluvia.


Los días lluviosos son los mejores. A pesar de lo que diga la gente. No es que desprecie el verano, pero lo que más me gusta de éste es salir por la noche, cuando hace más fresquito. Soy un bicho de sombra, lo digo siempre. 
No nací con melanina en el cuerpo, no me puedo poner morena, además de que tomar el sol me aburre soberanamente. Es que no puedo estar quieta. Demasiadas inquietudes, lo sé, y el que mucho abarca poco aprieta, y más aún cuando no te centras en lo que te tienes que centrar. 
La vida no es corta ni larga, es. Sin más. Transcurre a veces a nuestro paso, a veces delante de nosotros. Me he dado cuenta de que desde hace un año he estado observando como pasa la vida a mi alrededor. Hablando en plata: estoy haciendo el imbécil. No hago más que sentirme miserable por no tener ya lo que quiero, por tener que esperar a conseguirlo. 
Lo he dicho muchas veces, sé que soy afortunada de tener lo que tengo, de estar donde estoy, de ser quien soy. Sin embargo me empeño en buscar motivos para hacer de mi vida algo amargo. Sobre todo cuando se acercan los exámenes. Pero en general, tengo una tendencia a no fijarme en lo bueno y a hurgar en lo malo hasta desmenuzarlo por completo. No sé por qué soy así. No sé si se podrá cambiar, dicen que reconocerlo es el primer paso, pero es que no me creo mucho lo que digan los psicólogos. No pretendo ofender a nadie pero hay mucho lerdo por ahí suelto (no generalizo, los hay buenos, pero yo todavía no he ecnontrado a más que uno). 
Me voy a hacer unas presas de cemento, como las que usan los mafiosos para hundir a la gente en el fondo del mar. A ver si así me quedo anclada con los pies en el suelo, impidiendo que me suba a las nubes con mis comeduras de cabeza.
¿Conclusión? La de siempre: "Carpe diem quam minimum credula postero" - Horacio




Canción: Hoppipola - Sigur Ros (que significa literalmente, saltar en charcos)



Ya he puesto esta canción alguna vez, pero esta es con subtítulos... que yo el Islandés lo llevo un poco mal :)




Be happy

miércoles, 2 de mayo de 2012

Lo que yo entiendo por felicidad.

 
Cuando caminas sobre un pavimento que ya conoces no puedes evitarlo, empiezas a pensar en lo que te sucedió en ese mismo lugar. Piensas qué habrías hecho diferente, o si lo hubieses hecho igual pero hubiese acabado distinto. Empiezas a divagar mentalmente y a evadirte de tu vida hasta que te tropiezas con una baldosa y caes de nuevo en tu realidad.
Estabas tan inmerso en tus pensamientos que hasta te los habáis creído, tu sonrisa de oreja a oreja era prueba de ello. Y es cuando yo me pregunto, ¿es posible ser feliz cuando se es capaz de imaginar hipotéticos muchísio mejores? Supongo que la respuesta es que sólamente serán felices los conformistas. Los inconformistas están condenados a la felicidad a medias, porque siempre querrán más. Yo me incluyo en ese grupo. Bueno, yo y probablemente cualquier persona que lea esta entrada. Porque nadie tiende a pensar que uno mismo es poco ambicioso y no persigue sus sueños. El caso es que sí que existe esa clase de gente, yo conozco varios. Pero como he dicho, ninguno de ellos sería capaz de admitir su propia naturaleza.
¿Hasta que punto somos capaces de creernos poseedores de felicidad? Y no hablo solo del sentimiento en sí, sino del significado de la palabra. ¿Realmente sabemos lo que significa ser felices? Nuevamente recurriré a la RAE, donde se define felicidad como: "estado de grata satisfacción espiriual y física | Ausencia de inconvenientes o tropiezos". Puede que nuestro fallo esté en ver la felicidad como un conjunto y en realidad deberíamos tomarla por partes, por momentos.
Mi propuesta es que se puede ser la persona más feliz y la persona más infeliz en un plazo inferior a un mintuo. Es cierto que puedes valorar si tu vida en general es "satisfactoria" pero la felicidad en su más pura esencia viene particionada. Si se es feliz cuando no se puede evitar sonreír y gritarle al mundo lo bien que te sientes, yo podría decir que tengo varios momentos de esos a la semana, sobre todo cuando vuelvo a casa de la biblioteca, cansada. Conduzco dirección a El Escorial, con la sierra de fondo, el atardecer las ventanillas bajadas y una buena canción, cantándola a grito pelado y sintiéndome en la cima del universo.
Es de hecho en mis múltiples vueltas a casa en coche en las que me planteo este tipo de cosas y cuando decidí que tenía que escribir sobre ello en el blog. Y para sacar una sonrisilla a todo el mundo hoy que por fin ya no llueve, os dejo con la última canción que me acompañó en uno de esos momentos de felicidad, y aprovecho para decir que me alegro de que se hayan recuperado de sus vicios y hayan vuelto a regalarnos su música.

Con todos ustedes, Keane:


Y como no, Sed felices :)