sábado, 28 de diciembre de 2013

YOLO



Decir adiós es una de las cosas que más me cuestan en este mundo. Aunque hoy en día un adiós no es como los de antes: tenemos Facebook, email, whatsapp... Sin embargo, la distancia no hay quen la cure. Cuántas veces he necesitado el abrazo de una persona concreta y no he podido por haber demasiados kilómetros entre sus brazos y los míos. Y no es que me haya pasado una vez ni dos, sino más. Porque uno de los precios a pagar por viajar mucho es precisamnente, el conocer gente maravillosa, que te hace ver el mundo de otra manera pero que sin embargo no volverás a ver nunca. Sin embargo, a algunos sí que les he vuelto a ver, incluso han formado parte de mi rutina durante a veces, más tiempo del que deberían. 
En esto es lo que se ha definido mi 2013. En decir adiós. En tener la fuerza suficiente para decir que no me arrepiento a pesar de lo mucho que me ha dolido. Porque a veces no puedes forzar a que dos caminos se crucen. A veces, se separan cada vez más y aunque te esfuerces al final tienes que rendirte a la evidencia y decir, "vale, nuestro tiempo juntos se ha terminado. Te quiero, adiós". Tan simple escribirlo y tan difícil hacerlo. Además, cuando ya llevas varios intentos te preguntas si realmente es lo que quieres hacer o lo único que intentas es ser pragmático por el bien de tu salud mental. No lo sé. 
Otra de las cosas que han definido este último año es la toma de decisiones. El darte cuenta de que lo que se supone que ibas a hacer se ha convertido en tu peor enemigo. El levantarte de la silla y decir que no, que tú quieres otra cosa, a pesar de que toda tu familia piense que estás cometiendo un error y que tus compañeros te llamen loca. Vida solo hay una y tengo que ir a por lo que quiero. Y si me equivoco ya rectificaré, pero no hacer algo por miedo a lo que pueda pasar es precisamente, lo que no quiero que me pase nunca. Mientras crecía mis padres me enseñaron que yo podría ser lo que me propusiera y eso pienso hacer. Mi propósito para el 2014 es ser yo misma y perseguir mis objetivos, a pesar de que no reciba todo el apoyo que esperaba, porque no siempre podemos complacer a los demás pero sí a nosotros mismos. No quiero mirar atrás y decir, "tendría que haber hecho..." sino decir "qué bien que le eché un par de narices".
Por eso termino este año diciendo: adiós, adiós, adiós 2013 me despido de tí, pero con esperanza y muchas ganas de ir a por lo que quiero.

--

I find saying goodbye one of the hardest things to do. Although nowadays a “goodbye” isn’t as it used to be: we have Facebook, email, whatsapp… Yet, there’s no one who can erase the distance. How many times I’ve needed someone’s hug but couldn’t have it because there were too many kilometers between his arms and mine. And this hasn’t happened one or two but plenty of times. Because travelling so much has a prize: you get to meet amazing people that widens and turns around your point of view, but you won’t probably see them ever again. However, there are some that I’ve seen again, even been part of my daily routine more time that they should have.

This is what has defined my 2013. Saying goodbye. Being strong enough to decide that I have no regrets despite I’ve been hurt. Because sometimes you can’t force two people to cross paths, sometimes they get further and further and although you try hard, you have to surrender and say “Ok, our time together is over. I love you, goodbye”. It’s so simple to write and so hard to do. Also, when you have tried several times you ask yourself if it is what you want to do or you’re only trying to be pragmatic for your mental health’s sake. I don’t know.

Another thing that has defined this past year is decision making. To realise that what you were ment to be is your worst enemy. To stand up and say “no”, that you want something else even though your whole family thinks that you are making a mistake or your colleagues call you crazy. We only live once and I have to reach out for what I want. And if I am wrong I can rectify, but not doing something just because I am afraid of what may happen is precisely, what I don’t want to ever happen to me. I was raised with the belief that I am capable of doing whatever I put my eye on and that’s what I’m planning to do. This is my 2014 resolution: to be myself and to pursue my goals, regardless of the lack of support, because we can’t always please everyone but we can always indulge ourselves. I don’t want to look back and say “I should’ve done…” but to say “I’m glad I had the guts…”.

That’s why I am finishing this year saying goodbye to 2013, but full of hope and eagerness to go for what I want.

And if I learned something in Cardiff during my Erasmus is that YOLO (You Only Live Once).

Happy new year,

Lalalie 

 

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Feliz Navidad

 Queridos y queridas lectores, ¡Feliz Navidad!

Sin más y sin menos, os deseo lo mejor. En breves, mi resumen/reflexión sobre el 2013. Muchas gracias por pasaros por aquí.


Un abrazo fuerte y como no, sed felices.

Lalalie.

sábado, 7 de diciembre de 2013

La "importancia" del sexo


 Después de preguntarle a varias personas ¿eres una persona sexual? he recibido varias respuestas, pero todas al final llevaban a un unánime "sí". Más claro en los hombres que en las mujeres, pero al final, todos se han considerado personas carnales. No sé si por la presión social de que si no eres sexual eres un "rarito" o si porque realmente me han dicho la verdad. En cualquiera de los casos, todos sabemos que el sexo en cualquier relación suele ocupar un papel principal, especialmente los primeros años. Sin embargo ves que hay parejas que siguen juntas a los 80 años cuando apenas hay deseo sexual y te preguntas si al final el sexo está sobrevalorado, o si es que siguen juntos por inercia y por miedo a morir solos.
He notado que muchas mujeres hoy en día, con eso de que el sexo ya no es un tema tabú como lo era antes, se acuestan con hombres para sentirse apreciadas, para notar calor humano... aunque sea por una noche. En una sociedad como la de hoy en la que es muy normal tener varias decenas de parejas sexuales antes de encontrar a "esa persona", es muy complicado intentar aparcar el sexo para después, porque es lo que la gente busca, "un polvo y ya está". Cuando sales de fiesta tu principal objetivo (no nos engañemos) es aparte de el pasártelo bien, conocer gente nueva, ver si al fin conoces a tu media naranja. Una vez en el club, ves a un chico, intercambias miradas y uno de los dos se acerca. Empezáis a hablar, ves que conectais y dices vale, no me lo voy a llevar a la cama esta noche porque no quiero ser demasiado facilona, sin embargo de lo que no nos damos cuenta las mujeres es que la gran mayoría de hombres (y perdón para los que no pero en mi experiencia es así) buscan follar. Especialmente aquellos de edades entre 20 y 30 años. Parece que cuando se acercan a los 30 se les activa el botón de "quiero asentar la cabeza" y ya dejan de buscar algo efímero y se van a lo profundo del asunto.
En fin lo que quiero decir es que, a pesar de que para algunos quede mal decirlo, el sexo es muy importante en nuestras vidas, incluso aún cuando lo ignoramos es notable la falta del mismo. Pero de lo que la gente no se da cuenta es que el hecho de admitir que "se es sexual" no está admitiendo ser promiscuo/a, está arrollidándose ante la evidencia de que como seres humanos que somos, tenemos necesidades más allá de el sentirnos queridos... necesitamos sentirnos deseados, atractivos. Porque si alguien te dijera "no me quiero acostar contigo" casi nos suena hasta más ofensivo que "no me gustas" porque lo primero es tan superficial que no podemos achacarlo a un "no siente lo mismo por mí".

En fin, os invito a pensar en ello... 

Un abrazo y sed felices.


domingo, 10 de noviembre de 2013

You're my friend, my very best friend.


 
Tendría unos 11 años cuando comencé a ir en el autobús de nuestra urbanización para llegar al cole. No era por razones prácticas, puesto que incluso tenía que madrugar más para cogerlo. Sin embargo, ahí estaba yo, cada mañana como un clavo a las 9 menos 10. 
Un día, de la nada apareció ella. Una niña más o menos de mi edad con una mirada muy intensa. Tan intensa que me daba hasta miedo, de hecho me cambiaba de acera para evitar el cruce de miradas y mucho menos de palabras. Por aquel entonces yo era, como poco, tímida... más bien introvertida. Pero a pesar de mis desmesurados intentos de alejarme de aquella chica a la que incómodamente veía todas las mañanas, un día decidió preguntarme mi nombre. Yo le pregunté el suyo, aunque ya lo sabía, puesto que lo había visto en uno de esos blocks de dibujo que utilizábamos para plástica. 
Resultó que era un año más pequeña que yo, pero eso no impidió que sin comerlo ni beberlo, empezásemos a tener ganas de coger el bus para vernos. De hecho, descubrimos que vivíamos extremadamente cerca, por lo que siempre íbamos y veníamos juntas de la parada a casa. Poco a poco construímos la que hoy es una de las mejores amistades que tengo.
Ella es una persona como ya he dicho, de mirada intensa. Pero eso no es todo. Es sincera (para lo bueno y para lo malo) y SIEMPRE repito SIEMPRE ha estado ahí cuando la he necesitado. Eso es lo que más admiro de ella, su capacidad de entregarse a los demás sin pedir nada a cambio, lo hace y punto, porque ella sabe ser buena amiga.
¿Y por qué escribo ahora sobre ella? Pues porque acabo de pasar un fin de semana estupendo a su lado en Londres y porque le agradezco muchísimo el que haya hecho el esfuerzo de venir a verme. Porque a pesar de que no sé andar recto y casi me clava el paraguas en la cara por ello, sigue queriéndome. Porque me quiere por mis virtudes y a pesar de mis defectos y porque yo también la quiero, incondicionalmente. Quiero que sepas que para bien y para mal, aquí me tienes.

"Para mi mejor amiga del colegio, a pesar de que no íbamos al mismo colegio" ;)

Sed felices,

Lalalie.

miércoles, 16 de octubre de 2013

18 Life lessons learned from traveling the world

By Matthew Kepnes.

1. It’s not that hard.

Every day, people get up, go out the door to travel the world, and survive and thrive. Kids as young as 18 make their way around the world without any problems. All that worrying and fear I had before my trip was for naught – this traveling thing is a lot easier than people make it out to be. You’re not the first person to do it and there is a well-worn trail that makes it easy for first times to find their way. If an 18 year can do it, so can you.

2. You learn a lot of life skills.

People who travel a better adjusted and less socially anxious people and traveling around the world has taught me to how to be more social, be adept and more flexible, and, most importantly, understand non-verbal communication a lot better. It has made me more independent, more open, and, overall, just a better person. There’s no reason to be scared that you might not have “it” in you. You’d be surprised how often you’ll surprise yourself.

3. You are never alone.

It may seem scary just throwing yourself out there and talking to strangers, but we are all strangers in a strange land. At the end of the day, everyone is very friendly. It took me a while to get used to just saying “hello” to strangers, but now it seems like second nature. Everyone is just like you – they are alone in a strange place and are looking for others to be with. People travel to meet other people and that means you. Don’t be afraid to approach other travelers and locals. You’ll find that when you travel alone, you’ll never really be alone.

4. You meet some of your closest friends traveling.

Whether it was in a restaurant in Vietnam, on a boat in Thailand, or walking into a hostel in Spain, when I least expected (or wanted) to meet people was when I met the best and developed the longest lasting relationships. And even though you may not see them for years, you still end up at their wedding, Christmas dinner, or family celebration. Distance and time cannot break the bond you formed.

5. Relationships come and go on the road.

I’ve met lots of people on the road, including members of the opposite sex I’ve found attractive. But the nature of travel doesn’t always lend itself to long-term romantic relationships. It’s hard to make something last when everyone moves in different directions and holidays end. If you get too attached too often, you’ll have nothing but heartache as people come and go. But I’ve realized you need to simply enjoy your time together and live in the moment. Dwelling on the future will only keep you from making that leap.

6. But chase the ones you like.

Yet once in a while, you’ll find someone you really connect with. Meaningful romance on the road does happen. And when you have nowhere to be and no place to go other than where you want, sometimes there is no reason not to follow. Don’t force yourself to say another good-bye if you don’t have to. Pursue it even if the distance seems too vast and the circumstances not right, because you never know where it could lead or how long it might last because, once in a while you meet the one and when you do, you should do everything you can to stay with them.

7. It’s good to try new things.

I used to be a very rigid person, but traveling has helped me loosen up and expand my worldview. I’ve pushed myself to the limit, eaten new food, taken cooking classes, learned magic tricks, new languages, tried to conquer my fear of heights, and challenged my established views. Travel is all about breaking out of your comfort zone and enjoying all the world has to offer.

8. Be adventurous.

Doing the canyon swing was tough. So was jumping off the boat in the Galapagos. As was eating the maggots in Thailand and caterpillars in Africa. Then I got my butt kicked in Thai boxing. And, while I won’t do most of those ever again, I don’t regret trying new things. Scare yourself once in a while. It makes life less dull.

9. There is no such thing as a mistake.

No matter what happens on the road, it’s never a mistake. As was once said, “your choices are half chance, and so are everybody else’s.” When you go with the flow and let the road just unfold ahead of you, there’s no reason to have regrets or think you made a mistake. You make the best decisions you can and, in the end, the journey is the adventure.

10. Don’t be cheap.

When you travel on a budget and need to make your money last, it’s easy to be cheap. But why live like a pauper at home while you save so you can skip the food in Italy, the wine in France, or a sushi meal in Japan? While it is good to be frugal, it’s also important to splurge and not miss out on doing once-in-a-lifetime things. Who knows when you will get another chance to dive in Fiji?! Take every opportunity.

11. That being said, don’t be wasteful.

But remember you aren’t made of money, so don’t always feel like you need to party with your new friends every night or do every activity in a new place. Sometimes it’s OK just to sit around and relax or cook your own meal. Be frugal, but not cheap.

12. Drop the guidebook.

Don’t be so glued to a book. You can travel fine without it, especially with so many good alternatives on the Internet these days. You’ll buy it and hardly use it anyway. Just ask people for tips and information. That will be your best source of information, especially for those off-the-beaten track destinations and hole-in-the-wall restaurants that no one’s ever heard of but serve the best food you can imagine.

13. It’s never too late to change.

Even if you aren’t the traveler or person you want to be in your head, it’s never too late to change. Travel is all about change. The more you say “tomorrow,” the less likely it is that tomorrow will ever come. Traveling has shown me aspects of my personality I wish I didn’t have and also shown me I’m really lazy. I’ve always lived by the phrase “Carpe Diem” but sometimes I don’t really do it. It’s never too late though and realizing that has made being more pro-active a lot easier.

14. Relax.

Life is amazing. There’s no reason to worry. The universe unfolds as it should. Relax and just go with it. You can’t change the future – it hasn’t happened yet. Just make the best decisions you can today and enjoy the moment. Don’t get caught up trying to see all the “must sees.” There’s nothing wrong with spending a day playing games, reading a book, or lounging by the pool.

15. Learn more languages (seriously).

There’re some great benefits to not knowing the local language – like miming out “chicken” to let the lady know you want eggs for breakfast – but learning languages is very helpful when you travel, and works out great when you meet other travelers. There’s also nothing like surprising people by speaking their language. Moreover, knowing basic phrases will endear you to locals who will appreciate the fact you went the extra mile. You’ll find people will be much more helpful, even if you struggle to say hello.

16. Wear more sunscreen.

Seriously. Science has proven it helps, and with all that beach time you do when you travel, you could always use a little more. Being tan is great. Having skin cancer is not. SPF up.

17. People are good.

All over the world, I have encountered amazing people who have not only changed my life but have gone out of their way to help me. It’s taught me that the old saying is true – you can always depend on the kindness of strangers. My friend Greg taught me long ago not to be guarded against strangers. That experience when I first started traveling changed everything and when you travel with an open heart, unexpected goodness will happen. 99.9999% of the people in the world aren’t murders, rapists, or thieves. There’s no reason to assume someone is one. Sometimes people are just trying to be friendly.

18. There’s no such thing as must-see.

This is your trip. No one else’s. Everyone’s journey is their own. Do what you want, when you want, and for how long you want. Don’t let anyone tell you aren’t a real traveler for skipping the Louvre, avoiding some little town in Peru, or deciding to party in Thailand. This your journey. You owe no one an explanation.
I’ve learned more about the world and myself in the last seven years of travel than I had in the previous 25 years of my life. No matter what happens in the future, I know that travel has taught me life lessons I never would have learned had I stayed in my cubicle job.
Find a way to travel as often has you can to all the destinations you dream about.  They will change your life.

martes, 1 de octubre de 2013

I wonder.





Por fin, lo tengo muy fácil. Lo puedo casi tocar. Todo depende de mí, esta vez ya no es cosa de las circunstancias porque éstas, están a mi favor. La pregunta es ¿por qué no me lanzo de cabeza? Hace un mes lo habría hecho. No sé si es porque estoy experimentando un momento de lucidez o porque si realmente, a pesar de que otras veces lo haya pensado ya, esté pasando página. 
Por más que lo pienso no veo una opción correcta, creo que me arrepentiré tanto si lo hago como si no lo hago. Lo que si que tengo claro es que es una cicatriz que lleva demasiado tiempo abierta y que ya va siendo hora de suturar. 
¿Me he cansado de esperar? Creo que sí. Me he cansado de esperar sentada imaginando cómo será y esperando a que todo tenga un final feliz. Las cosas no son así por inercia. Tenemos que levantarnos y torcer el destino a nuestra voluntad, porque sino acabamos muertos por dentro.
Supongo que con lo que tengo que lidiar ahora es con la idea de que nunca sabré cómo sería de verdad, pero a cambio salvaré mi alma, o al menos ésta no se volverá a preguntar por esta mierda de herida que me gangrena el estado de ánimo una vez por semana.
Puede ser que, al haber cambiado completamente de ambiente me haya dado cuenta de que lo que consideraba enorme era algo muy pequeño y que todo es relativo. Que depende de los ojos con que se mire y que conocer a gente nueva te da una perspectiva estupenda. Algo que sin embargo sé que no cambiará nunca será el hecho de que siempre lo recordaré. Por muchos años que pasen ha sido algo demasiado intenso y muy muy real. Que aunque pasen los años y parezca una ensoñación siempre me quedaré con esa historia que cambió mi forma de ser. Aunque me deje preguntándome ¿Y si...? creo que esta vez, a pesar de la incógnita conseguiré ser feliz. 

Sed felices vosotros también.

Lalalie.


jueves, 12 de septiembre de 2013

Los "Robin Hood" del siglo XXI.


He visto ya varias personas que en Facebook han compartido un link para la descarga "gratuita" de libros de texto para los colegios. Me da la sensación de que la gente que lo publica se cree un "Robin Hood" de barrio. Un poco como los que roban Mercadona y Carrefour para dárselo a los más pobres... ¡¿Pero qué cojones?! 
Está claro que el precio de los libros no es bajo y que tal y como están las cosas en España no se puede uno permitir dejarse 200 euros en libros por cada churumbel. Pero la culpa no la tienen las editoriales, la tiene el gobierno por no ser capaz de emitir las ayudas económicas necesarias para las familias que efectivamente, no pueden hacerse cargo de todos los gastos escolares de sus hijos. El problema está en que se intenta poner un "parche" (muy mal puesto por cierto) a un problema que sigue ahí.
Tampoco voy a ser una hipócrita y a decir que estoy en contra de la piratería porque yo soy la primera que se descarga música, películas, etc. Pero tampoco creo que sea algo de lo que poder enorgullecerse. La lucha debería centrarse en la corrupción política y no en putear a las ediotriales las cuales al fin y al cabo, emiten material para que "nuestros hijos" (yo aún no soy madre) puedan aprender algo de utilidad. 
Lo que pretendo con esta pequeña entrada es hacer un poco de "abogado del diablo" y hacer ver que no todo lo que brilla es oro. Que algo que consideramos muy loable quizá no lo sea tanto, incluso pueda ser una distracción del problema real. En fin, me voy a Londres para el fin de semana.

Sed felices.

sábado, 24 de agosto de 2013

Mi querido gentleman


Lo primero, que tenga barba. Que no tenga cara de niño, vamos,  que se vea que es hombre. Lo segundo, que sea rubio o pelirrojo. Nada de morenazos ni chulos de playa... de hecho, que no le guste la playa, que odie que se le pegue la arena y le de miedo lo que hay en el fondo del mar. Aunque por otro lado, aunque esté muy asustado de lo que las aguas marinas aguardan, esté dispuesto a acompañarme para asegurarse de que no me pasa nada. Que tenga un cariño incondicional pero que no me agobie. Que no me de besos todo el rato, pero que sí que me abrace, con fuerza y sentimiento. No quiero abrazos de dos palmaditas en la espalda, quiero de los que te quitan el aliento. Quiero que me haga sentir por él lo que no he sentido por nadie antes, que me ayude a cicatrizar antiguas heridas. Que me entienda y que sepa lo que necesito sin tener que decírselo. Que me vea, que me acaricie y que me agarre de la mano. Pero no todo el rato. Que me diga que me quiere, pero una vez al mes y que me lo demuestre, al menos una vez al día. Busco a alguien apasionado, pero no obcecado ni animal, no soy un trozo de carne ... ni él tampoco. No me gusta el tabaco, así que nada de fumar... de hecho que no tome droga alguna, salvo el alcohol. Que le guste la cerveza y mucho. Pero que tampoco le guste emborracharse todos los días del fin de semana. Que me ponga alto en su lista de prioridades, pero que no me endiose. Que me trate como una mujer, no como a una "princesita". Que le guste la política, que le interese lo que pasa en el mundo, me da igual la ideología o el color. Que sea consciente de su entorno. Que se abrume con una bonita puesta de sol y con un videjuego de última generación. Y sobre todo, que no tenga miedo al cambio, que quiera viajar conmigo y que esté dispuesto a empezar de cero varias veces.

Si alguien me pregunta qué es lo que busco en un hombre, esto es a groso modo, lo que espero... en principio.

Sed felices,

Lalalie


lunes, 22 de julio de 2013

La fuerza del prejuicio


Parece mentira cómo he podido tardar tanto en darme cuenta de que en efecto, los prejuicios son tan fuertes como nuestra propia personalidad. Es decir, esculpimos lo que somos y lo que seremos dentro de un marco de "cosas políticamente correctas" porque es lo "normal" y lo que se "esperaría de todo el mundo". Tal es así que, cuando alguien se sale de los esquemas preestablecidos, adquiere la categoría de patológico. Es más, hasta nosotros mismos llegamos a pensar que tenemos un problema, cuando en realidad es la sociedad la que tiene un problema con nuestra forma de actuar.
En gran medida, muchos basamos nuestra manera de actuar en función del efecto que tendrá sobre las personas que nos rodean. Sí, todos tenemos personalidad, pero ésta se ajusta a los distintos ambientes en los que nos encontramos. Porque desgraciadamente, a todos nos importa la impresión que dejamos y lo que los demás piensan de nosotros. 
No juzgo, pero sí critico... me autocritico. Muchas veces me he encontrado haciendo o diciendo cosas que creía que darían una mejor impresión o conseguirían una mayor simpatía de otra persona. Y lo peor de todo, es que inmeditamente después de decirlo/hacerlo te sientes estúpido y treméndamente incómodo. No estoy hablando de mentir, porque yo pocas veces miento. Estoy hablando de intentar hacerte más interesante o más simpático cuando en realidad, si al final pretendes iniciar una amistad o relación, esa persona tendrá que conocerte mejor que muchos otros y se acabará dando cuenta de cómo eres en realidad.
A lo que quiero llegar es que, me gustaría no sentir la necesidad de decorar mi personalidad para agradar a alguien o incluso ocultar lo que siento o pienso por agradar a la sociedad, porque es lo que está bien visto. Vida solo hay una y al final lo único que importa es lo que hemos hecho y sobre todo, no arrepentirse de lo que no hemos hecho. Me encantaría tener las agallas de realmente hacer lo que me plazca sin temer lo que se vaya a decir de mí o de lo que otros piensen, porque ya me he tenido que arrepentir de reprimirme por no "quedar mal" o no "decepcionar" a gente a la que ni siquiera conozco. No señor, a la próxima me tiro de cabeza... y que me quiten lo bailao.

Sed felices.


sábado, 13 de julio de 2013

Before Sunrise

Hoy no escribo, tan solo pongo una escena de esta película (preciosa por cierto). En definitiva, capta perfectamente lo que siento ahora mismo.




miércoles, 26 de junio de 2013

England, here I come again.



En apenas 4 días estaré en un avión de camino a una de las capitales más populares del mundo, Londres... y me muero de ganas. No sólo por la ciudad en sí, sino por la oportunidad de olvidarme del estrés que he tenido en los últimos meses.
Cuando voy al Reino Unido me siento un poco como volviendo a casa. Evidentemente, nunca he vivido ahí, pero sí que he ido muchas veces y mis raíces en parte se enclavan en las islas británicas. Tengo ganas porque voy a ver a gente a la que hace mucho que no veo, gente a la que tengo muchísimas ganas de dar un abrazo. También, para qué os voy a mentir, huír de este calor insoportable (los que me conocéis ya sabéis que yo soy bicho de sombra).
Pero lo que sobre todo significa este viaje a Londres es el comienzo de un nuevo capítulo en mi vida. Por fin me embarco en mi último año de carrera. Sí, el año que viene en estas fechas seré ya médico. Pero además de médico, seré una persona mejor. Porque habré tenido la oportunidad de experimentar una Erasmus y entrever un poquito más de nuestro planeta.

I just can't wait for this adventure to get started.


Un abrazo de una Lalalie muy feliz y muy optimista.

Sed felices. 

p.d. la canción me ha parecido apropiada no solo por el título sino porque además mi padre solía tocarla con la guitarra cuando era pequeña :) 

lunes, 17 de junio de 2013

1 minute



Esta escena me ha conmovido. Muchísimo. Pero también me ha hecho necesitar a alguien. Muchísimo. Pero no puede ser. Me ha hecho pensar en cómo a veces, aunque sintamos que necesitamos a una persona para poder seguir respirando, tenemos que contener el aliento y seguir andando... Esperando que algún día podamos coger de nuevo una gran bocanada de aire fresco, cuando estemos a su lado. Durante 1 minuto, sólo eso.

"However far away, I will always love you". - The Cure.

Sed felices.

viernes, 31 de mayo de 2013

La generación perdida



 Muy buenas. Soy una estudiante de medicina a un año de terminar la carrera y pertenezco a la "generación perdida" que es "motivo de orgullo y optimismo" según Esperanza Aguirre. Formo parte del conjunto de jóvenes que a pesar de estar bien formados, no tendrán cabida (al menos de manera digna) en el mundo laboral español. 
Las continuas reformas que se han llevado a cabo por parte del gobierno no han hecho más que empujarnos hacia más allá de los Pirineos. No son solo las desalentadoras cifras de paro (26,8%) sino los pagos entre políticos por debajo de la mesa, el favoritismo hacia la empresa de mi prima o en general, cualquier trama de corrupción que se te ocurra, porque en la colección de fraudes, España es toda una experta. 
Primero tienes a los políticos, aparentemente preocupados por la "fuga de cerebros". Aparanetemente, porque es obvio que no les importa un pimiento mientras sigan teniendo sus dietas (por cierto innecesarias), sus chóferes y mil mierdas más que evidenemente no necesitan para vivir. Porque siguen destapándose tramas de corrupción que salpican a cualquier partido político. Porque en las sesiones del congreso no veo más que verdulerismo y gente a la que le gusta hablar (aunque no es que sean unos maestros de la dialéctica) y que a la hora de actuar se quedan cortos. Honestamente, me siento avergonzada. Sí, me da vergüenza la clase de gente que llega a las más altas esferas de la política y lo poco preparadas que están. Y sobre todo, me da pena, porque cada día me siento más y más empujada a largarme de aquí y no volver.
Sé que el mundo entero está en crisis. Pero por lo menos estaré pagando mis impuestos en un país donde hagan un buen uso de ellos. Donde valoren la sanidad y la educación y donde las pensiones sean intocables. 
No me explayaré mucho más en cómo discrepo de muchas de las medidas tomadas por el gobierno porque de eso, ya hay mucho. Sin embargo sí que creo importante recalcar que gracias a la ignorancia, a la pachorra española y al pillaje que nos caracteriza, este país tan bonito se está yendo a la mierda. Cada vez que leo los periódicos encuentro una razón más que justifique mi huída de esta situación. Porque sí, ahora es un sálvese quien pueda. Tampoco quiero ser melodramática y decir que esto no tiene solución. Pero lo que está claro que este país necesita reformas muy profundas. Tales como el replanteamiento del acceso a la carrera política (formación y experiencia), cambios en la constitución, reasignación de competencias en las comunidades autónomas, revalorización de la educación y la sanidad y sobre todo, reestablecer la confianza del ciudadano en los políticos. Para conseguirlo señores, hay que hacer como en un mueble viejo: primero lijamos para quitar las impurezas y luego le damos un barniz con una resina más nueva y más resistente.


sábado, 25 de mayo de 2013

El Islam, ¿hemos de respetarlo u odiarlo?



Es un debate que en los últimos años ha adquirido especial  importancia. Empezó el 11 de septiembre de 2001 cuando, sin comerlo ni beberlo, un ataque de islamistas radicales acabó con la vida de 3.000 personas. La verdad es que nunca se me olvidará esa tarde, en la que probablemente gente de todo el mundo se estremecía mientras no podía despegar los ojos de la televisión.
Después de casi 12 años, nos encontramos ante la incertidumbre de si deberíamos "cruzarnos de acera" cuando vemos a alguien de aspecto musulmán. No podemos culpar ni tachar de racista este tipo de reacciones. No hacemos más que ver en los medios de comunicación como radicales islamistas matan a gente inocente "en el nombre de Alá". Está claro que, no todos los musulmanes son radicales y mucho menos asesinos, pero así es como funciona nuestro cerebro, es un mecanismo de defensa. 
Por otro lado, dejando más a un lado el tema del radicalismo, a mí, especialmente como mujer que soy, el Islam (tal y como se practica en la mayoría de los países que lo procesan) me parece una creencia NO respetable. No es nada nuevo, todos sabemos que la mujer en los países musulmanes vale menos que una piedra. Y no hace falta irse a pueblos alejados de las capitales, pues en sitios como Qatar, Dubai o Abu-Dhabi, las mujeres son privadas de su dignidad. Sé que en España estábamos así en la Edad Media, pero hemos evolucionado. ¿Qué pasa con ellos? ¿Por qué no evolucionan? ¿Por qué siguen existiendo dictaduras radicalizadas? Y la pregunta del millón: ¿Qué podemos/debemos hacer al respecto?
La justificación que se ha dado a la invasión de Iraq y Afganistán es: Por "ayudar" a que consigan un sistema "justo" de gobierno. Pero ¿merece la pena todas las vidas que se han perdido? ¿Hasta qué punto somos responsables del bienestar de esta gente?
Mi respuesta, bastante comedida y no muy convincente para según quiénes, es que en efecto, somos humanos. Y como tal, tenemos la tendencia a intentar ayudarnos los unos a los otros. Sin embargo, ni creo ni apoyo ningún tipo de guerra, ya que siempre hay muertes inocentes como daño colateral. Sé que además, se puede iniciar una guerra bajo un pretexto muy noble pero que en realidad tiene otras metas (control del petróleo, ventas de armas...). Esto ya depende del nivel de escepticismo de cada uno. Por lo tanto, si alguien me preguntase ¿Apoyas la invasión de determinados países? Mi respuesta sería no, PERO. 
Por último, volviendo al tema de antes, al de los radicales islamistas, ¿deberíamos culpar a las ideologías o religiones de las muertes que producen sus seguidores fanáticos? Aquí en España, conocemos muy bien el concepto de "asesinatos justificados por creencias". Si una persona es separatista, en principio y aunque no lo comparta, respeto su creencia. Sin embargo este respeto se pierde evidentemente, cuando lo utilizan como pretexto para matar. Esta gente que asesina, claramente tiene un desequilibrio mental alimentado y en parte justificado por los grupos radicales con los que se junta. Luego, al final lo que queda es que gente inestabe mentalmente se junta con un grupo radical (que probablemente se la traiga al pairo) que le permite asesinar "justificadamente" y encima ser recompensado y reconocido por ello.
Este texto más que ser una exposición de mi opinión (que me cuesta dar puesto que no encuentro un posicionamiento claro y convincente al respecto) es más bien una invitación a la reflexión sobre este tema tan polémico y que desgraciadamente, ocupa los titulares varias veces al mes.


The power of a lightning bolt.




Desde hace unos días, he llegado a una conclusión. En realidad, ya llegué hace mucho tiempo, pero por fin me he quitado el antifaz que me impedía verlo. "Yo misma he creado mis propios problemas". Esto quiere decir que yo y sólo yo, mediante las muy equivocadas decisiones que he tomado últimamente he conseguido rebajarme a niveles insospechados.
El primer paso es admitirlo, el segundo solucionarlo. Y en ello estoy, no quiero seguir engañándome, sé qué es lo que tengo que hacer y ya he reunido el valor para llevarlo a cabo. Porque lo que no tiene sentido es que me queje de mi situación cuando en el fondo, es así porque yo lo he querido. 
Como ya me ha dicho un amigo, tengo que "get my shit together" y empezar a valorarme más. Dejar atrás todas las inseguiridades que me han hecho ser mediocre. Centrarme en el futuro y ser una persona mejor. Porque después de la tormenta, siempre llega la calma.

Mi futuro empieza hoy


viernes, 3 de mayo de 2013

La eterna espera.





La soledad es un sentimiento muy traicionero. Viene cuando menos la necesitas y, cuando la estás buscando, nunca llega a tiempo. No sé si es porque siempre queremos lo que no tenemos o porque es así para arrancarnos de nuestra cordura.
No es la primera vez que me pasa. Aún estando rodeada de gente, me siento sola. Como en un escenario en el que el foco te ciega y no te deja ver el público, sin nada que decir pero con muchas ganas de hablar. Necesitas hablar porque no sabes cómo quitarte esa pesadez interna que parece que te ancla al suelo, incapacitándote para dar un paso hacia delante. 
Siempre he creído que yéndome solucionaria todos mis problemas. Pero ahora más que nunca me doy cuenta de que eso es lo que comunmente se conoce como "huir". Sin embargo, eso es precisamente lo que quiero hacer. Huír de todo lo que me resulta conocido y empezar de cero en otro lugar donde probablemente, la soledad sea aún más abrumadora que ahora. Pero eso no es algo que me preocupe, me conozco y sé que acabaré encontrando mi lugar.
También sé que, cuando digo que tengo muchísimas ganas de irme, hay quienes se pueden sentir ofendidos. "¿Por qué tiene tantas ganas de alejarse de mí?" pues muy simple, no es por tí, es porque hace mucho que no me siento completamente feliz. Me siento atascada y poco a poco se me va acabando el oxígeno. Cuando lo único que haces es buscar huecos para viajar y evadirte, como dijo una sabia amiga mía, es porque "aquí no estás cómodo". Lo suyo sería buscar el problema y solucionarlo, pero es que el problema se ha convertido en un continuo y ya no tengo ni ganas ni fuerzas de solucionarlo. Además, tendría que empezar por encontrar de qué está formado ese ancla del que antes hablaba y que me inmoviliza.
Muchos dicen que lo que tengo que hacer es patalear y luchar por deshacerme de la argolla atada a mi tobillo. No es que no tenga ganas, es que no le veo la utilidad. Sé que cuando todo haya pasado estaré mejor, porque es lo que el cuerpo me pide. Aún así, hay algo my tóxico en mi vida, de lo cual todavía no me he deshecho y espero poder hacerlo antes de que sea demasiado tarde. Supongo que lo que quiero decir con esto, para conlcuir es: a todos vosotros amigos y ciberlectores, gracias por escuchar.

Lalalie.



martes, 23 de abril de 2013

Cómo administrarse cuando se quiere ser infiel.



Para muchos, la infidelidad es sinónimo de ruptura de la pareja. Para mí, empieza a parecer una consecuencia de la misma. Estoy hablando de aquellas infidelidades en las que hay algo más que el mero placer del sexo. 
Cuando estás en pareja, te comprometes porque sabes que no vas a encontrar nada mejor. Sin embargo esa certeza puede desvanecerse cuando alguien nuevo entra en tu vida. Nadie tiene la culpa, son cosas que pasan. Pero, ¿hasta qué punto está justificada dicha infidelidad? Es decir, para el que está siendo engañado, no es justo. Pero para el que "engaña", puede que el sentirse atraído hacia otra persona (mental y físicamente) sea el primer síntoma de que la relación que tiene no funciona. 
Hay distintas reacciones a esta situación. La más típica es aquella en la que el "infiel" se deja llevar y engaña a su pareja, pero sin llegar demasiado lejos. Entonces, le invade una sensación de vértigo porque "es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer" y porque los clichés sociales pesan sobre sus hombros. Otra reacción es la de dejarlo pasar, después de lo cual vendrá el arrepentimiento y la amargura. Lo más valiente sería lo primero, admitir que la relación no funciona y dejarlo. Luego empezar con esa persona nueva que nos hace vibrar.
La última opción no es la más popular, porque nadie quiere soltar la liana anterior sin tener la siguiente agarrada y así, es como uno luego se arrepiente de lo que no ha hecho. Porque admitámoslo, el amor llega incluso cuando se está en pareja. No se puede evitar y nadie puede culpar a nadie por ello. Lo que sí se puede juzgar es cómo se administra la situación.
Supongo que todo esto suena muy analítico y frío, pero a veces parece que la gente no lo tiene claro. Si por ejemplo a mí me engañasen, obviamente me molestaría. Pero sobre todo por el hecho de que me han mentido a la cara y me han dejado en ridículo. 
No es la primera vez ni la última en la que me encuentro en una situación en la que un chico claramente está interesado en mí y sin embargo, tiene novia. Yo tengo una política de "cero tolerancia" como dicen mis amigas. Si tienes novia, conmigo solo tendrás amistad. Pero algunos no se dan por vencidos y me toca dar la charla. Muchas veces sueno prepotente, pero al menos tengo claro lo que pienso y siento. Por eso hago un llamamiento a todas las personas cobardes que no se atreven a dar el salto por miedo a no saber dónde van a caer.

Sed felices (y no mintáis).

Lalalie.

P.D: la foto es de la película "Hierro 3". Muy recomendable (con un paquete de pañuelos y un bote de helado a mano).

martes, 9 de abril de 2013

¿Hay que resignarse?


Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...

Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo…Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.

Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.

Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir,conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros.

Porque,a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas,que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.
                                           
                                                          - Paulo Coelho.



Cuando he leído este fragmento, me he sentido tremendamente triste, pues es un mensaje desesperanzador. Nos sugiere que tendremos que conformarnos con alguien a quien apreciamos, porque esa persona a la que amamos tan intensamente y con la que encajamos tan bien en un principio, a la larga acabará explotando por su propia química. 
¿Es verdad esto? Sinceramente espero que no, aunque de momento aparte de sentirme tremendamente triste, me he sentido tremendamente identificada.

Sed felices.

Lalalie.  

miércoles, 20 de marzo de 2013

Virginfromthecarmen

Hoy toca publicitar la nueva marca de ropa que he montado con mi queridísima amiga Marina. Os recomiendo que os paséis y echéis un ojo. Le hemos puesto mucho empeño y mucho cariño.

www.virginfromthecarmen.com

Un abrazo y sed felices!










domingo, 10 de marzo de 2013

What's done it's done


Muchas veces me pregunto cómo he llegado hasta aquí, un momento y un lugar donde la nostalgia forma parte de mi día a día. Cómo todas las decisiones que he tomado han conseguido romperme emocionalmente. Sobre todo aquellas decisiones que tomamos sabiendo que son las menos racionales y las que más daño nos acabarán causando pero, que aún así pensamos que de alguna manera nos harán más felices, auneque sea durante un breve intervalo de tiempo. Y después, cuando tenemos tiempo de sentarnos y pensar en lo ocurrido, nos estremecemos porque hemos tenido que dejar pasar una gran oportunidad pero porque no era posible agarrarse a ella, simplemente no era factible. Muchos dirán que porque no se estaba destinado a ello, puede que sí, no es que crea en la predestinación como tal. Lo que sí sé es que las circunstancias nos van a definir siempre, nos van a empujar en una dirección aunque luchemos por quedarnos justo donde estamos. 
Cuando me siento y pienso en todo lo que me ha pasado, en los buenos momentos que he vivido me siento feliz, porque mi cerebro es capaz de trasladarme hasta allí. Lo malo es cuando te despiertas de ese ensueño y te das cuenta de que sigues sentado otro domingo más en tu habitación, frente a la pantalla del ordenador escribiendo lo deprimente que es tu vida y esperando a que algo te vuelva a hacer vibrar y sentir como una vez sentiste. Porque esa es la otra contrapartida, has experimentado lo inmenso de los sentimientos y deseas con todas tus fuerzas volver a sentirlo. De hecho, aunque no nos demos cuenta, construimos nuestra vida alrededor de ese deseo. El resto es secundario, es simplemente el escenario en el que vas a desarrollar tu gran historia (de un amor épico a ser posible).
Yo soy una persona romántica, pero no todo el rato. Cuando me permito el lujo de serlo es cuando me siento realmente vulnerable. Un gesto tan sencillo y a la vez tan significativo como dar la mano, me cuesta un mundo. Si lo hago, le estoy otorgando a esa persona el poder de hacerme muy feliz o de hacerme mucho daño. Lo que quiero decir es que, si me dan la mano no la voy a retirar, pero lo grande es cuando yo misma le cojo la mano a otra persona. Digamos que es un gesto de confianza (que en el fondo me asusta mucho).
Últimamente me he vuelto loca buscando a candidatos para cogerles la mano. Yo digo que no busco nada, pero como todo aquel que diga eso, miento. Por supuesto que me encantaría tener a alguien a mi lado, pero como he dicho, no le cojo la mano a cualquiera. No he tenido la oportunidad de conocer a alguien lo suficientemente bueno que se ajuste a mis circunstancias. Al final son muchas variables y se convierte en una tediosa y a veces desesperante tarea. Y aún se hace más arduo cuando tus propias circunstancias adquieren un carácter inestable, en el que no sabes dónde vas a estar de aquí a un año, cuando es realmente impredecible. Sobre todo es difícil para una persona como yo, a la que le gusta tenerlo todo planeado puesto que la incertidumbre aunque a veces interesante, también me pone muy nerviosa. Todo atado y bien atado. Aunque es verdad que mis mejores historias vienen de algo espontáneo y poco planeado. Let's see what happens.