lunes, 22 de julio de 2013

La fuerza del prejuicio


Parece mentira cómo he podido tardar tanto en darme cuenta de que en efecto, los prejuicios son tan fuertes como nuestra propia personalidad. Es decir, esculpimos lo que somos y lo que seremos dentro de un marco de "cosas políticamente correctas" porque es lo "normal" y lo que se "esperaría de todo el mundo". Tal es así que, cuando alguien se sale de los esquemas preestablecidos, adquiere la categoría de patológico. Es más, hasta nosotros mismos llegamos a pensar que tenemos un problema, cuando en realidad es la sociedad la que tiene un problema con nuestra forma de actuar.
En gran medida, muchos basamos nuestra manera de actuar en función del efecto que tendrá sobre las personas que nos rodean. Sí, todos tenemos personalidad, pero ésta se ajusta a los distintos ambientes en los que nos encontramos. Porque desgraciadamente, a todos nos importa la impresión que dejamos y lo que los demás piensan de nosotros. 
No juzgo, pero sí critico... me autocritico. Muchas veces me he encontrado haciendo o diciendo cosas que creía que darían una mejor impresión o conseguirían una mayor simpatía de otra persona. Y lo peor de todo, es que inmeditamente después de decirlo/hacerlo te sientes estúpido y treméndamente incómodo. No estoy hablando de mentir, porque yo pocas veces miento. Estoy hablando de intentar hacerte más interesante o más simpático cuando en realidad, si al final pretendes iniciar una amistad o relación, esa persona tendrá que conocerte mejor que muchos otros y se acabará dando cuenta de cómo eres en realidad.
A lo que quiero llegar es que, me gustaría no sentir la necesidad de decorar mi personalidad para agradar a alguien o incluso ocultar lo que siento o pienso por agradar a la sociedad, porque es lo que está bien visto. Vida solo hay una y al final lo único que importa es lo que hemos hecho y sobre todo, no arrepentirse de lo que no hemos hecho. Me encantaría tener las agallas de realmente hacer lo que me plazca sin temer lo que se vaya a decir de mí o de lo que otros piensen, porque ya me he tenido que arrepentir de reprimirme por no "quedar mal" o no "decepcionar" a gente a la que ni siquiera conozco. No señor, a la próxima me tiro de cabeza... y que me quiten lo bailao.

Sed felices.


sábado, 13 de julio de 2013

Before Sunrise

Hoy no escribo, tan solo pongo una escena de esta película (preciosa por cierto). En definitiva, capta perfectamente lo que siento ahora mismo.