martes, 21 de agosto de 2012

Not taking for granted

 
Ya iba siendo hora de que escribiese acerca de tí. Hace no mucho estábamos muy cerca, ahora sin embargo, nos separan mucho más que los centímetros que pueda haber entre nosotros cuando hablamos. Y aunque sé, porque tú mismo me lo has dicho, que nunca podrás ser mi amigo... la esperanza es lo último que se pierde. También sé que lo hice todo mal y que por no saber gestionar mis propios sentimientos lo mandé todo a la mierda y con ello conseguí dañarte... y no sabes cuanto me arrepiento. 
Lo que sí que puedo decir es que jamás actué de mala fe. Y como te dije, si mi yo de ahora hablase con mi yo de entonces, me habría aconsejado hacer las cosas de muy diferente manera. Sin embargo eso no es posible con lo que solo me queda la herramienta de enmendarlo ahora, en el presente. 
Sinceramnete lo que me dijiste, aunque sincero dolió. Sé que tu intención no era fastidiarme pero es la realidad. Sin embargo tengo sentimientos contradictorios con respecto al tema, es como si en el fondo pensase que me merezco que me hagas daño, a cambio del que yo te hice a tí. Sin embargo ni tú eres así ni yo tampoco. No somos dos críos a los que se le ha robado el caramelo.
Y si bien es cierto que cada vez que te veo me acuerdo del gran error que cometí contigo, me evado cuando veo que eres capaz de hablar conmigo tranquilamente, como dos personas adultas. Aunque sepa que nunca habrá esa confianza ni esa complicidad que una vez tuvimos. Sé que pedir eso es como pedirle peras al olmo, como pretender que el perro apaleado vuelva (como tu bien dijiste), pero es que no me apetece pensar que no podemos ser amigos porque eres una persona muy valiosa en general y más aún para mí a nivel personal. Y si todo esto es utópico y realmente no hay nada que hacer, prefiero no saberlo, porque eso sí que dolería más de lo que imaginas.

Gracias por todo.


A.

domingo, 19 de agosto de 2012

Federico García Lorca





Hace hoy 76 años que falleció la voz de una generación. Por ello he decidido hacerle un pequeño homenaje a través de uno de sus poemas que para mí hoy, evoca mucho más que el mero placer de leerlo.

SI MIS MANOS PUDIERAN DESHOJAR

Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras,
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas. 

Yo pronuncio tu nombre,

en esta noche oscura,
y tu nombre me suena
más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia. 

¿Te querré como entonces

alguna vez? ¿Qué culpa
tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma,
¿qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡¡Si mis dedos pudieran
deshojar a la luna!!

sábado, 11 de agosto de 2012

1290


La soledad me acompaña
todos los días, es un placer.
Junto mis manos con las tuyas
siempre soñando, sin querer.

Buscaba algo nuevo
y ya ves que lo encontré.
A 1290 km y aun así,
más cerca que mi piel.

Y aunque la arena no caiga a la par,
nosotros sabemos que nada hay igual,
que el destino nos ha dicho
que nada es casual.


Hoy me atrevo con unos versos... llenos de significado.